Sobaos y Quesadas Luca: el arte culinario de una  familia en Toranzo 

[ 9 minutos en coche de Villa Pacheca]

El sobao simbolizaba  un tipo de vida rústico cuya economía de aprovechamiento se basaba en exprimir hasta el último alimento que entraba en casa. El gran reto era elaborar productos no perecederos para sacar dinero extra, a base de vender en mercados lejanos a las aldeas. Existen datos desde el S.XVI donde se constata que las mujeres pasiegas recorrían los mercados cargadas de 'sobaos'.

Es por esto que el sobao nace de sobar la masa de pan sobrante, introduciendo delicadamente la mantequilla, los huevos, el azúcar o miel hasta lograr la masa homogénea que caracteriza a este dulce.  Es un postre sencillo, sin artificios, calórico y delicioso propio de la economía ganadera de los Valles Pasiegos, que se caracterizaba por ser muy dura, nómada y de un gasto energético muy alto. Por eso se necesitaban alimentos que ayudasen a afrontar la rutina y también a disfrutar de la gastronomía frente a un duro día de trabajo. El sobao se ha convertido en un dulce muy extendido aunque la clave de su sabor y suavidad sólo se consigue cuando la materia prima es de primera calidad y las manos que los “soban”, utilizando la terminología pasiega, son fuertes y delicadas a la vez.

La quesada es otro dulce que pertenece a la joya de la corona de los Valles Pasiegos de Cantabria, no es tan antigua como el sobao pero existe constancia de su producción desde la época medieval. La quesada original se preparaba horneando una pasta compacta hecha con queso pasiego fresco, mantequilla, huevos, miel, harina, cáscara de limón y canela.

Pero los que de verdad saben de quesadas y de sobaos son los miembros de la familia Luca, una empresa fundada en Alceda-Ontaneda con el objetivo de elaborar Sobaos, Quesadas y Galletas mediante una receta tradicional Pasiega, utilizando productos del valle de Toranzo para poder mantener la calidad y exquisitez de unos productos artesanos elaborados diariamente.

Todo comenzó en el año 1.968, cuando Adela Martínez decidió dedicar su vida, junto a la de su marido Eladio, a la fabricación de los productos tan característicos que venían años elaborándose en el Valle del río Pas.

Adela ya era conocida por sus postres, muy valorados por familiares y amigos, lo que la animó a elaborarlos de forma profesional.

Como casi todos los inicios, los suyos fueron difíciles pues contaban con pocos medios. Pero fue una pequeña transformación del bajo del edificio familiar, donde todavía hoy se encuentra el obrador y tienda en Alceda, a escasos 10 minutos de Villa Pacheca, así como la ayuda solidaria de un vecino panadero que le permitió emplear su horno de leña para cocer los productos. Esto permitió asentar la base de un negocio que hoy sigue elaborando los mismos productos con las mismas recetas y materias primas del valle, aportando un gran sabor y calidad a estos sobaos, quesadas y galletas pasiegas.

Hoy en día Sobaos y Quesadas Luca cumple medio siglo de historia y para mí son uno de  los mejores del Valle, aunque seguiré probando y probando hasta, en este mismo blog, poder haceros un ranking. Aunque ya sabéis, esto es como el vino, el mejor es el que más te gusta. 

 

Adriana 

Co-propietaria Villa Pacheca.

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